La Ciudad de México es una de las metrópolis más vibrantes y complejas del mundo. En mi viaje de una semana por la capital mexicana, descubrí que hay muchísimo por ver y hacer, y aunque el caos de la ciudad puede ser abrumador, es posible disfrutarla por libre y de forma económica. Si eres mochilero como yo, aquí te dejo mi itinerario y algunos consejos para que tu experiencia sea inolvidable.
Día 1: Llegada y Primer Contacto con el Centro Histórico
Mi primera parada fue el Centro Histórico. Llegué al Zócalo, el corazón de la ciudad, donde se encuentra la majestuosa Catedral Metropolitana. Me sorprendió la mezcla de lo antiguo y lo moderno, las construcciones coloniales y los edificios más contemporáneos. Pasé por el Palacio Nacional, donde se encuentran los famosos murales de Diego Rivera.
Precio de la entrada a la Catedral: Gratis.
Precio de entrada al Palacio Nacional: Gratis (solo necesitas tu identificación).
Después de recorrer el Zócalo, me dirigí a Tenochtitlan (lo que queda de la gran ciudad azteca), y exploré el Templo Mayor, donde se encuentran las ruinas de la antigua ciudad. Este es un sitio arqueológico que realmente te conecta con la historia de México.
Precio de entrada al Templo Mayor: 85 MXN.
Día 2: Museos y Cultura Mexicana
El segundo día lo dediqué a los museos. Empecé por el Museo Nacional de Antropología, que es uno de los más importantes de Latinoamérica. Allí pude ver de cerca la famosa piedra del sol y muchas otras piezas prehispánicas que te permiten entender la historia de México.
Precio de entrada: 85 MXN.
A lo largo del día, también me tomé un tiempo para caminar por el Paseo de la Reforma, una de las avenidas más emblemáticas, donde se encuentra el Ángel de la Independencia.
Día 3: Xochimilco y Coyoacán
Al tercer día, tomé un trajineras en Xochimilco. Este es uno de los lugares más icónicos para disfrutar de un paseo por canales mientras los barcos de colores brillantes navegan entre los jardines flotantes. Aunque es turístico, la experiencia es muy divertida y relajante.
Precio: Aproximadamente 250 MXN por persona por un recorrido de una hora.
Luego, me dirigí a Coyoacán, el barrio bohemio de la ciudad, donde visité la Casa Azul de Frida Kahlo. La visita a la casa de la artista fue fascinante, y me dio una idea de su vida y su obra. No te olvides de pasear por las coloridas calles de este barrio, llenas de historia.
Precio de entrada a la Casa Azul: 200 MXN.
Día 4: Teotihuacán, las Pirámides del Sol y la Luna
El cuarto día decidí hacer una excursión de un día a las Pirámides de Teotihuacán, uno de los sitios arqueológicos más impresionantes de México. Aquí puedes subir a la Pirámide del Sol y la Pirámide de la Luna, y caminar por la Avenida de los Muertos. Aunque está a unas dos horas de la ciudad, vale la pena totalmente.
Precio de entrada: 80 MXN.
Día 5: Chapultepec y el Castillo
El siguiente día lo dediqué a explorar Chapultepec, el enorme parque de la ciudad. Dentro de este parque se encuentra el Castillo de Chapultepec, que fue residencia imperial y presidencial. La vista desde el castillo es impresionante, y el museo dentro es muy interesante.
Precio de entrada al Castillo: 85 MXN.
Después de visitar el castillo, me di un paseo por el lago de Chapultepec y luego exploré el Museo Tamayo, que tiene una excelente colección de arte contemporáneo.
Precio de entrada al Museo Tamayo: 70 MXN.
Día 6: Mercado de La Merced y Tacos en El 33
Para el sexto día, me dirigí a uno de los mercados más tradicionales de la ciudad: La Merced. Este es el lugar ideal para probar una gran variedad de antojitos mexicanos a precios muy bajos. Desde tacos de carnitas hasta tortas de chorizo, todo es delicioso.
Precio de comida en La Merced: Entre 30 y 60 MXN por plato.
A la noche, me fui a El 33, un lugar famoso por sus tacos de pastor. No te puedes perder los tacos al pastor en Ciudad de México; son legendarios.
Día 7: Día de Relax y Cultura en La Roma
El séptimo día fue para descansar un poco, así que decidí explorar el barrio de La Roma, conocido por sus cafés, galerías de arte y tiendas de diseño. Me tomé un café en Panadería Rosetta, uno de los mejores lugares para desayunar en la ciudad, y luego me dediqué a pasear por sus calles llenas de arte urbano.
Conclusión: Mi Experiencia en Ciudad de México
Ciudad de México es una ciudad que no deja de sorprender. Entre sus barrios históricos, sus museos de clase mundial y su vibrante cultura, hay algo para todos. Aunque la ciudad puede ser un poco abrumadora al principio, con un poco de planificación, puedes recorrerla de manera cómoda y económica. Durante mis siete días en la ciudad, pude disfrutar de la historia, la comida y la gente. Sin duda, volveré para seguir descubriéndola.